La dejadez

No me había dado cuenta que había pasado más de un año desde la última vez que escribí algo. También lo he hecho en un pequeño diario. A veces quisiera como escribir todo el día porque de esa forma doy rienda suelta a mis pensamientos. Sin embargo, si pongo mis pensamientos en blanco y negro ¿me sentiré más aliviada o por el contrario, menos aliviada? El hecho de que piense algo pero no lo exteriorice es mantenerlo preso, oculto... y a veces no son pensamientos muy agradables. Pero no hay duda de que escribir es un verdadero desahogo.

Normalmente anormal

Como diría mi amiga Cristina, somos normalmente anormales. Impresionante la cantidad de pensamientos que fluyen en mi mente. Estoy en la época de querer estar viendo películas románticas o chistosas, no quiero violencia, drogas, alcohol, etc. Conclusión: mi posibilidad de escoger es casi n u l a.

El ratito

El tiempo pasa. Los años pasan. Las cosas pasan. No hay quien lo pare. Sigo siendo una Marta hecha y derecha o un hamster que da vueltas y vueltas en esa ruedita. Disfruto de los pocos momentos que tengo de solitud. Quisiera tener más tiempo para escribir. Me conformo con este ratito.

De nuevo aquí

Han pasado tantos días desde la última vez que escribí algo. He tenido mucho trabajo y poca privacidad. Hemos tenido unos días de lluvia intensa y muchos acontecimientos entre ellos. Uno de los más sorprendentes ha sido la fuerza y la unión increíble de los guatemaltecos para lograr que Carlos ganara su título como el segundo "Latin American Idol". Ha sido increíble...lo que se puede hacer cuando nos sentimos identificados y motivados.

El miércoles

Hoy es mi día favorito de la semana.
Miércoles...la mitad del camino. El lunes empiezo a subir una colina empinada y desconocida, el martes estoy por llegar a la cima, EL MIERCOLES LO LOGRE, LLEGUE. El jueves empiezo mi descenso. El viernes, bajé la colina. Permanezco en la planicie el sábado y el domingo porque el lunes...empiezo un nuevo ascenso y una nueva colina.

La cuerda

Viernes por la tarde, mi menta empieza a ponerse en pausa. Respiro profundo e imagino lo que será correr mi maratón de los sábados. Tomo mi cuerda (la que se oculta detrás de mi saco) y empiezo a darle una vuelta y otra y otra. Me detengo. La sostengo. Mañana alrededor de las 7:00 a.m. la voy a soltar. Sálvese quien pueda (yo no).

Una interrupción en la rutina

Estos días somos famosos. Nos visitan de Corea del Sur, Rusia, Austria y muchos lugares más. De repente alrededor de mi casa hay una docena de "señores agentes de la policía" vigilando la zona. Vivo cerca de la llamada "Zona Viva" por jugadas del destino. Imagino que los "agentes" pensarán que estoy loca porque voy y vengo 4 veces al día, nunca en calma, siempre esperando ganarle al reloj. No podemos calcular cuánto tiempo nos llevará avanzar 2 cuadras, no sabemos que calles están cerradas y por cuánto tiempo. Definitivamente, esto le quita la magia al acontecimiento. Celebro que nos hayan escogido, celebro que tantos personajes del "who is who" se den cita en mi país, pero no celebro que rompan mi rutina.